sábado, 1 de diciembre de 2012

De Guindos crea una figura a medida para que La Caixa no caiga en las manos de la Generalitat:FUNDACION BANCARIA

El Ministerio de Economía ha inventado una figura llamada "fundación bancaria" a medida de La Caixa, para evitar que la caja catalana se convierta en una fundación ordinaria bajo el control de la Generalitat y preservar su condición de entidad de crédito. Este tipo de fundaciones no están reguladas todavía aunque es presumible que estén supervisadas directamente por el Banco de España. La figura se aplicará también a otras entidades como Unicaja e Ibercaja.

En un comunicado, el departamento de Luis de Guindos explica que "se aborda la transformación de las cajas de ejercicio indirecto (aquellas que han traspasado su actividad financiera a un banco) en fundaciones bancarias en el caso de que mantengan participaciones significativas en una entidad de crédito o en fundaciones  ordinarias, en caso contrario". Es decir, las fundaciones bancarias serán las que tengan posiciones de control en el banco al que han transferido su actividad, aunque todavía no se ha definido qué criterio se va a aplicar para definir ese control.

Hasta ahora, la reforma de la Ley de Cajas establecía que las cajas de ahorros debían convertirse en fundaciones de carácter especial cuando no alcanzaran el 25% del capital de sus bancos, pero que podían mantenerse como cajas las que superaran ese porcentaje, como es el caso de La Caixa. Con la medida anunciada este viernes, todas las cajas tendrán que convertirse en fundaciones, salvo las que actúen en un "ámbito geográfico y de actividad reducido" (es decir, las cajas de Ontinyent y Pollença).

Sin embargo, para evitar que todas las cajas transformadas en fundaciones sean controladas por las comunidades autónomas, Economía se ha sacado de la manga esta nueva figura de la fundación bancaria que tendrá un régimen especial de supervisión. De esta forma, se salva la independencia de La Caixa, que siempre ha presumido de ser una caja de fundación privada y de estar al margen de los dictados del poder político.

El presidente de la entidad, Isidre Fainé, siempre se ha opuesto a la transformación de las cajas en fundaciones precisamente para no caer bajo la supervisión de la Generalitat, y de hecho la norma que permitía a las cajas mantener su estatus cuando superasen el 25% del capital fue una victoria del financiero en su pulso con el entonces Gobierno socialista. 

Ahora obtiene un nuevo triunfo, pero no se trata de la última batalla que tendrá que librar Fainé. El Memorándum de Entendeimiento (MoU) para el rescate europeo de la banca española exige que todas las cajas reduzcan su participación por debajo del 50% en los bancos que controlan, algo a lo que también se opone La Caixa. Para evitarlo, está negociando fórmulas como la constitución de un holding o el aplazamiento de esta medida en el caso de las entidades que hayan aprobado los test de estrés de Oliver Wyman.

La figura de la fundación bancaria se aplicará a otras cajas que también controlan la mayoría del capital de sus respectivos bancos, como Unicaja o Ibercaja. Más dudoso es si se aplicará a aquella que detentan el control pero no con más del 51%, como CajaMurcia en BMN.