Quizá la esencia de esta historia este por desvelar ,quizá haya que ir una noche de septiembre a ver el cristo de los faroles,para que con las espaldas cubiertas por el convento, dueña de proporciones olvidadas,se nos revele la verdadera historia.Si fuera así ,no la reveléis al mundo,quedárosla en vuestra alma.
La Chiquita Piconera
Concha Piquer
I
El pintor la respetaba
lo mismo que algo sagrao
y su pasión ocultaba
porque era un hombre casao.
Ella lo camelaba con alma y vía
hechisá por la magia de su paleta
y él igual que una llama se consumía
en aquella locura negra y secreta.
ESTRIBILLO
Y cuando de noche Córdoba dormía...
y era como un llanto la fuente del Potro,
El pintor decía:
¡Ay, chiquita piconera,
mi piconera chiquita!
Esa carita morena
a mí el sentío me quita.
Te voy pintando y pintando
ar laíto der brasero
y a la vez me voy quemando
de lo mucho que te quiero.
¡Várgame San Rafael,
tener el agua tan cerca
y no poderla bebé!
II
Ella rompió aquel cariño
y le dio un cambio a su vía,
y el pintor iguá que un niño
lloró al mirarla perdía.
Y cambió hasta la línea de su pintura,
y por calles y plazas lo vió la gente
deshojando la rosa de su amargura
como si en este mundo fuera un ausente.
ESTRIBILLO
Y cuando de noche Córdoba dormía...
y era como un llanto la fuente del Potro,
el pintor gemía:
¡Ay, chiquita piconera,
mi piconera chiquita!
Toa mi vía yo te diera
por contemplar tu carita.
Mira tú si yo te quiero
que sigo y sigo esperando
ar laíto der brasero
para seguirte pintando.
Ay...¡Várgame la Soleá,
haber querío orviarte
y no poderte orviá!