España e Italia siguen en el punto de mira de los inversores en el comienzo del año. Los bonos de ambos países sufren un nuevo ataque esta mañana que devuelve las rentabilidades a niveles más que preocupante. El diferencial español sube por cuarto día consecutivo y supera los 380 puntos básicos -empezó el año en los 325-, con el bono a 10 años en el 5,64%. La ofensiva vendedora es mucho más fuerte en la referencia a dos años, con una subida de 13 puntos básicos hasta una rentabilidad del 3,63%.
Los mercados ponen de momento en cuarentena las medidas económicas aprobadas por el Gobierno en un entorno marcado por la subida del déficit hasta el 8,2% y las provisiones de 50.000 millones de euros que tendrán que realizar los bancos españoles para provisionar su agujero inmobiliario.