El retraso del Gobierno español en solicitar la línea de asistencia financiera –que permita la compra de bonos por parte del BCE- comienza a despertar recelos entre los inversores, que prefieren esperar a que la situación se aclare antes de realizar nuevas compras de bonos españoles.
Es el caso de Pimco, la gestora de deuda más grande del mundo, que ha decido dejar de comprar bonos españoles. Andrew Balls, responsable de cartera europea de la gestora en Londres, explicó en una entrevista concedida a Bloomberg Televisión, que actualmente las posiciones en deuda española e italiana se encuentran muy lejos de los máximos y las mantendrán así de bajas “hasta que la situación se clarifique”.