miércoles, 5 de octubre de 2011

La UE prepara rescates bancarios en medio de dudas por Grecia

Reuters
Los ministros de Finanzas europeos acordaron el martes salvaguardar sus bancos mientras aumentan las dudas sobre si el planeado segundo rescate para Grecia seguirá adelante.


Horas antes, el prestamista municipal franco belga Dexia (Paris: BE0003796134 - noticias) se convirtió en el primer banco europeo que debe ser rescatado por la crisis de deuda soberana en la zona euro.

"Todos dijeron que la gran preocupación es que los preocupantes acontecimientos en los mercados financieros crezcan hasta convertirse en una crisis bancaria", dijo el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, en una rueda de prensa después de que ministros de la Unión Europea se reunieran en Luxemburgo.

La posibilidad cada vez mayor de que Grecia caiga en una moratoria en los próximos meses ha avivado el temor a una importante crisis bancaria en Europa, que agravaría a su vez el bajón económico global.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, dijo el martes al Financial Times que los ministros, que hasta ahora habían rechazado cualquier recapitalización bancaria concertada, tenían un nuevo sentido de urgencia.

"Existe una visión cada vez más compartida de que necesitamos un enfoque concertado y coordinado en Europa mientras muchos de los elementos se llevan a cabo en los estados miembros", dijo Rehn.

"Las posiciones de capital de los bancos europeos deben reforzarse para proveer márgenes adicionales de seguridad, con lo que se reduciría la incertidumbre", agregó.

El ministro británico de Finanzas, George Osborne, dijo a los periodistas en Luxemburgo que también había sentido una sensación de urgencia entre sus colegas de la zona euro.

"Los bancos de la zona euro necesitan ser reforzados. Necesitamos reflejar la realidad de la situación en la zona euro y necesitamos dar cuentas sobre la realidad de los riesgos soberanos que el mercado está percibiendo. Y esto requiere más capital en algunos bancos de la zona euro", indicó Osborne.

De acuerdo con el rescate para Dexia anunciado el martes, el prestamista será dividido a través de la venta de las operaciones más saludables mientras que los activos tóxicos, incluyendo bonos griegos y de otros países periféricos, serán colocados en un banco apoyado por el Estado.

Las acciones de Dexia, que tuvo que ser rescatado por primera vez durante la crisis financiera de 2008, se desplomaron en más de un 22 por ciento el martes.

Cada vez más bancos europeos están quedando fuera del mercado y dependen del Banco Central Europeo para su liquidez. El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, advirtió en su última intervención ante el Parlamento Europeo antes de retirarse a final de mes que la crisis financiera no ha terminado y que los gobiernos de la eurozona tienen que afrontarla.

Al preguntársele si el BCE debería actuar como prestamista último en Europa, al igual que la Reserva Federal estadounidense o el Banco de Inglaterra, destacó su actividad de proporcionar liquidez ilimitada, pero dijo que no es partidario de fondos de rescate que sean refinanciados por el banco central.

Las acciones bancarias europeas cayeron por segundo día, después de que los ministros de Finanzas de la zona euro llamaran a una revisión del acuerdo de canje de deuda griega con los tenedores privados de bonos helenos acordado el 21 de julio.

El euro tocó un mínimo en nueve meses contra el dólar antes de recuperar cierto terreno, y cayó a un mínimo en 10 años contra el yen. Los inversores buscaron refugio en los bonos del Gobierno alemán, pero incluso el costo de asegurar los Bunds alcanzó otro récord.

Después de que los mercados en Nueva York cerraran el martes, la agencia Moody's recortó la calificación de los bonos de Italia en tres escalones, señalando que ve un "incremento material" en las necesidades de financiamiento para los países de la zona euro con altos niveles de deuda.

La medida se produce después de que Standard & Poor's rebajara la nota de Italia el 19 de septiembre y subrayó la creciente incertidumbre inversora sobre la tercera mayor economía de la zona euro, que se encuentra ahora firmemente en el centro de la crisis de deuda.

Por John O'Donnell e Ilona Wissenbach