Entre los términos del acuerdo, se baraja un posible cambio de nombre para Spanair, que podría pasar a denominarse Barcelona Airlines.
La entrada de Qatar Airways permitirá a Spanair iniciar los vuelos intercontinentales en 2012, un año más tarde de lo que planteaba su plan de negocio. Esta proyección ha permitido a la compañía rechazar en las últimas semanas las propuestas de Singapore y Turkish Airlines para aumentar el número de conexiones entre Barcelona y América Latina. La compañía argumentaba que esperaba poder ofrecer estos vuelos por sus propios medios, como todo apunta que sucederá si culmina la operación con Catar.
Spanair, controlada en un 85% por Ieasa –un vehículo inversor controlada por la Generalitat en más de un 50%-, cerró 2010 con una facturación de 607,9 millones de euros y unas pérdidas de 115,7 millones