.18/10/10 - 09:27 Cultura
El mayor cuadro de Hirst se vende en 3.3 millones de dólaresEl mayor cuadro del artista británico Damien Hirst con las mariposas como tema central, titulado “I am Become Death, Shatterer of Worlds” , se vendió hoy en una subasta en Londres por 2,1 millones de libras (3,3 millones de euros).
La cifra se quedó por debajo del precio estimado por la casa de subastas Christies, que esperaba que la venta, en el marco de una subasta de arte contemporáneo y de posguerra, se cerrara por un precio de entre 2,5 y 3,5 millones de libras (de 4, a 5,6 millones de euros).
La obra mide dos metros de alto y cinco de largo, y su venta había despertado expectación al tratarse del trabajo más importante de Hirst sacado a subasta en los últimos dos años.
El cuadro está compuesto por miles de alas de mariposas muertas, colocadas meticulosamente sobre un fondo de pintura roja, lo que crea un efecto de iridiscencia parecido a los de las cristaleras de iglesias y catedrales cuando les da el sol.
El título del cuadro se inspira en una frase pronunciada en 1965 por J. Robert Oppenheimer, considerado el padre de la bomba atómica, en una entrevista en la que fue preguntado por sus sentimientos sobre las matanzas nucleares en Hiroshima y Nagasaki.
“Me acordé de una frase de la escritura hindú del Bhagavad Gita, en la que Vishnu intenta persuadir al príncipe de que debe cumplir con su deber y, para impresionarlo, le toma en sus brazos y le dice: ahora me he convertido en la muerte, en el destructor de mundo. Supongo que eso fue lo que pensamos todos” , dijo Oppenheimer.
“I am become” no es un error que sería traducible como “yo soy convertido” , sino que se trata de un arcaísmo poético.
Esta obra está en la línea de otra de las obras representativas de Hirst en los últimos tiempos, la que muestra a un tiburón disecado en el interior de una vitrina minimalista bajo el título “La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo” .
Hirst busca seducir al espectador con una presentación de belleza esquemática que invita a pensar en el horror de lo que se ve.
Las mariposas han sido una constante en la obra de este artista desde se convirtió en un icono en la década de 1990.
Para Hirst, el corto ciclo vital de las mariposas y el color que aportan al mundo que nos rodea son la representación última del amor y la belleza presentes en la naturaleza. EFE