Pedro González Atrás ha quedado la ralentización de los grandes proyectos en infraestructuras motivada por la crisis financiera. De nuevo, los planes para construir autopistas, nuevas redes de ferrocarril, implantar fuentes alternativas de energía, multiplicar la capacidad de las plantas desaladoras y aumentar las redes de comunicaciones electrónicas se ponen en marcha, certificando con ello que la crisis se da por terminada en el área del Golfo. Así lo han puesto de manifiesto los financieros, empresarios y altos funcionarios de los Emiratos Árabes Unidos, que han celebrado en Madrid una reunión conjunta con sus homólogos españoles. Para impulsar las relaciones económicas entre ambos países, los máximos representantes del Centro Financiero Internacional de Dubái (DIFC) y de Madrid Centro Financiero (MCF) firmaron además un memorándum de entendimiento en la Casa Árabe, lugar que como ya va siendo tradicional, dio hospitalidad a los encuentros.
Gracias a los bonos soberanos, los EAU se convirtieron en 2009 en el mayor inversor en España y ahora sus autoridades quieren que bancos y empresas españolas dinamicen las relaciones económicas entre los dos países. Uno de los obstáculos que aparecían para ese empeño, la falta de conexiones aéreas directas, acaba de ser subsanado con la apertura de un vuelo diario entre Dubái y Madrid por la compañía Emirates, al que seguirá otro más entre Dubái y Barcelona antes de finalizar el presente año.
El comercio bilateral entre España y Emiratos está creciendo a un ritmo del 15% anual, y las inversiones directas del país árabe en España han superado los 3.000 millones de euros. EAU es ya el primer destino de las exportaciones españolas a la región de Oriente Próximo y el tercero en todo el mundo árabe, solo superado por Marruecos y Argelia, y situándose por delante de Arabia Saudí, Egipto y Túnez. La mitad de tales exportaciones pertenecen a los sectores de materias primas, productos industriales y bienes de capital, aunque las exportaciones de productos agrícolas han crecido considerablemente desde 2007. A su vez, Emiratos se consolida como único país árabe productor de petróleo con quien la balanza comercial española presenta superávit.
Sin restar importancia al norte de África, mercado de expansión natural para las empresas españolas, es hora de que España gire también su mirada hacia los mercados del Golfo y que éstos le sirvan a su vez de trampolín hacia otros mercados asiáticos en donde nuestra presencia es prácticamente inexistente. Como pusieron de manifiesto diversos intervinientes, España se ha internacionalizado pero aún queda muy lejos de lo conseguido por los países de nuestro entorno más inmediato: Francia, Italia, Alemania o Reino Unido, todos ellos con comunicaciones directas con Asia y los países del Golfo, y con una implantación cultural muy sólida, factor de acompañamiento imprescindible para la realización de negocios.
A este respecto, Antonio Garrigues, presidente de honor del bufete de abogados que lleva su nombre, explicó que en los EAU se ha creado una estructura jurídica muy original, que combina el derecho islámico y el occidental, y cuya convivencia se da en muy pocos países. Ello se traduce en una “seguridad jurídica suficiente” para todo tipo de inversiones, con un respeto garantizado a la propiedad intelectual y un nivel de corrupción bajo. Garrigues instó al mundo empresarial español a que reforzara su diplomacia con la vertiente cultural. Un mayor conocimiento de la cultura árabe, de sus símbolos y de su historia será útil no solo en las relaciones con los Emiratos sino con todo el mundo islámico.
El último informe del Banco Mundial cifra ya en un 4,4% el crecimiento del PIB en los EAU, para prácticamente recuperar en 2011 el ritmo del 5% alcanzado hasta 2008. Se da por hecho, por tanto, su recuperación frente a la crisis económica internacional. El alza sostenida de los precios del petróleo también contribuirá a que la actividad económica vuelva a los índices anteriores a la crisis. Pero también, más allá del petróleo, la mayor conexión económica de algunos países árabes, entre ellos los EAU, con China, India y el sudeste asiático, países emergentes que están liderando de facto la recuperación económica mundial, se encuentra entre las claves de la sostenibilidad de este crecimiento a largo plazo y del mantenimiento de las oportunidades de negocios. Como título distintivo de los EAU cabe señalar que, si bien sus leyes estipulan –como en el caso de la mayoría de los países del entorno- que sus ciudadanos han de poseer el 51% de las acciones de una empresa con capital extranjero, tal regla no es aplicable a las empresas cuyas actividades sean profesionales o de servicios, cuyos inversores extranjeros pueden entonces poseer el 100% de la propiedad de tales empresas y repatriar tanto la totalidad del capital como de los beneficios obtenidos. La existencia de 35 zonas francas en los EAU, 30 de ellas en Dubái, permite asimismo la casi total exención de impuestos