Según el columnista del WSJ Simon Nixon, la mayoría de los analistas cree quehacen falta unos 100.000 millones para cubrir el déficit de capital de la banca española, y el presidente del BBVA, Francisco González, calculó la semana pasada unas necesidades de entre 70.000 y 80.000. Sin embargo, el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró el sábado que los resultados de las pruebas serán inferiores a los 62.000 millones estimados inicialmente en junio en el ejercicio agregado para todo el sistema (el viernes se conocerán los resultados individuales).
De hecho, esta cifra seguramente será todavía más baja gracias a las ventas de activos, la asunción de pérdidas por las preferentes y el traspaso de los activos tóxicos al 'banco malo'. Según el WSJ, es posible que sólo se inyecten a las entidades unos 50.000 millones de nuevo capital, lo que resultaría muy poco creíble para los inversores internacionales.
Nixon también critica que la reforma financiera no ataca el gran problema actual de la banca española: la liquidez y el exceso de apalancamiento de las entidades. Así, recuerda que la ratio de préstamos/depósitos se mantiene en el 180%, según UBS, mientras que en otros países con crisis financieras similares, esta proporción ha bajado hasta una media del 80%. Al mismo tiempo, los problemas de financiación se están agravando por la salida de depósitos, lo que provoca que los bancos españoles sean totalmente dependientes del BCE, al que deben 400.000 millones, el 40% del PIB.
"Si lo bancos no consiguen recuperar el acceso a los mercados para reducir su dependencia del BCE, seguirán bajo presión para reducir su balance, lo que elevará las perspectivas de un credit crunch continuado para las empresas españolas, lo que a su vez profundizará en la crisis económica", señala este columnista. Como adelantó El Confidencial, España ya vive su mayor crisis de crédito desde 2008 provocada por la falta de liquidez, aunque se ha aliviado ligeramente con el anuncio de la compra de deuda por parte de Mario Draghi, que ha permitido a Santander, BBVA y Sabadell salir al mercado, aunque a precios muy elevados.
"Rajoy debe convencer a los mercados de que los test de estrés han sido rigurosos, de que los activos problemáticos se han identificado y valorado adecuadamente. Si tiene éxito y el dinero extranjero empieza a volver al sistema financiero español, entonces el reciente rally bursátil será sostenible", explica Nixon. Pero advierte: "Pero otro esfuerzo a medias de reforma bancaria que lleve a que se necesite otra recapitalización el próximo año sería calamitoso para España y la zona euro".
"Los mercados ya han dado a Rajoy el beneficio de la duda dos veces. Y puede que no lo hagan de nuevo", concluye.