Los bancos españoles son los que más liquidez reclaman al Banco Central Europeo (BCE), con unas cifras mareantes que ya han llegado a los 400.000 millones de euros, según los datos de julio, conocidos en agosto. El cierre de los mercados, excepto para algunas entidades como el Santander, es completo por lo que la dependencia de Fráncfort es total.
Pero no todas pueden ponerse a la cola de la institución que dirige Mario Draghi. El BCE exige unos avales para conceder la liquidez, que son créditos a corto plazo. Una pequeña entidad española no tenía garantías para el BCE y tuvo que recibir, por un procedimiento extraordinario, 402,4 millones que le prestó el Banco de España. Fuentes de este organismo no aclararon si se hizo por el mecanismo europeo conocido como ELA, pero es cierto que se trató de una entidad solvente pero sin liquidez.
El dato aparece en el Balance de Situación Resumido, a 31 de julio de 2012, publicado este miércoles porThe Wall Street Journal.
El organismo que dirige Luis Linde salió este miércoles al paso de esta información. “Como puede comprobarse a través del Balance que publica mensualmente el Banco de España, la provisión de liquidez a las entidades financieras por vías distintas de las operaciones ordinarias de política monetaria representa una fracción insignificante del préstamo total del Banco de España al sistema financiero”, afirmó en una nota.
Es cierto que el montante total casi alcanza los 600.000 millones y que 402,4 son muy pocos, pero no deja de ser significativo que esto ocurra y pone de manifiesto que la crisis vuelve a manifestarse con toda crudeza desde el punto de vista de la liquidez.
En el mercado es conocido como la manguera la posibilidad de que el supervisor ayude a alguien que tenga vencimientos importantes y le falte dinero. Si un banco no cumple con sus vencimientos, es expulsado del mercado y costará mucho que le vuelvan a prestar. Cuando la crisis de la CAM y de Caja Castilla-La Mancha, también actuó el Banco de España con la manguera.
Por otro lado, el supervisor también ha lanzado una dura crítica a los pagarés. Ha aclarado que “el objetivo de la eliminación de las penalizaciones a los depósitos bancarios de alta remuneración es, exclusivamente, eliminar la distorsión que pudiera estar sesgando la oferta de productos bancarios hacia instrumentos como los pagarés, que ofrecen al ahorrador una menor protección que los depósitos bancarios. La medida, por tanto, no está orientada a influir en la capacidad de las entidades para captar recursos líquidos”.
Con esta posición negaba la tesis del diario de EE UU que sostenía que la banca ha lanzado superdepósitos para evitar fugas masivas de dinero. En lo que va de año han salido de España 122.000 millones.