La filial británica del Banco Santander, Santander UK, ha advertido sobre la "creciente posibilidad" de que alguno de los estados miembros de la Eurozona abandone la moneda única ante las continuas "dificultades" que atraviesan los países periféricos de la UE, al tiempo que ha asegurado que "no es posible predecir" cómo se materializaría esta salida ni las consecuencias en las que derivaría.
Así lo pone de manifiesto la filial británica del banco presidido por Emilio Botín en el informe financiero semestral remitido en la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC). En concreto, Santander UK ha realizado coberturas a tales efectos por valor de 35.000 millones de libras (unos 44.000 millones de euros), lo que reduciría su exposición neta total a 100 millones de libras (unos 126 millones de euros).
"El riesgo de redenominación surge de las incertidumbres generadas por la salida de un estado miembro del euro o de una disolución total del euro y la forma en la que alguna de éstas se llevaría a cabo", explica la filial británica del Santander, que además avisa de la inexistencia de una marco legal en los tratados europeos para facilitar dicha suposición.
La entidad financiera explica que la redenominación consistiría en que el Estado obligado a dejar la moneda única introduciría una nueva divisa nacional para reemplazar el euro y volver a denominar los contratos, "exponiendo a los titulares de la nueva moneda al riesgo de cambios en el valor de la nueva moneda frente al euro", subraya.
En este sentido, Santander UK contempla que la nueva denominación se podría completar con "controles de cambio" o de capital y con días festivos bancarios adicionales a fin de hacer efectiva la salida, lo que podría parecerse a lo que en Argentina se denominó como 'corralito'.
Y en caso de una "disolución total" de la Eurozona, cada uno de los miembros retomaría sus monedas nacionales. Con todo, Santander UK no se atreve a aventurar consecuencias: "No es posible predecir cuál será el impacto financiero en la entidad con la salida de un estado miembro o la disolución del euro".
La filial de Santander reconoce que ha estado identificando y monotorizando "activamente" los riesgos potenciales de una redenominación, con el fin de adoptar medidas que ayuden a mitigar las pérdidas. "Una salida del euro podría tomar un número de formas diferentes", argumenta.