MADRID- Destitución fulminante. La dirección del Grupo Popular en el Congreso ha decidido sustituir al coordinador de la subcomisión del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), el diputado José María Beneyto, por Fernando López Amor. La decisión llega unos días después de que el parlamentario en cuestión afirmara en una entrevista que la intervención económica, que no bancaria, era un escenario que no se debía excluir y que además no sería el «Apocalipsis» para el país.
Aunque el PP se desmarcó inmediatamente de la reflexión de Beneyto, que es además portavoz de la Comisión de Exteriores, y defendió que era sólo un análisis personal, las palabras del diputado convulsionaron a la dirección popular durante 48 horas, ya que se produjeron después de una semana especialmente crítica para nuestra prima de riesgo y al día siguiente de que Rajoy intentara disipar en Sitges la amenaza de una intervención de la UE. Durante el fin de semana, se hicieron gestiones baldías para que el diputado rectificara sus declaraciones, en las que llegó a aventurar duras medidas para España, como una nueva rebaja del sueldo de los funcionarios, un recorte de las pensiones y la revisión del Estado autonómico. La versión oficial del relevo es que el diputado quiere dedicarse en exclusiva a la Comisión de Exteriores. La realidad es otra, claro. Y es que en el PP defienden que lo que menos necesita España ahora son agoreros. De ahí que ayer se valorara positivamente la posición del PSOE de apoyo cerrado a Rajoy en su batalla en la UE y agradeciera que Elena Valenciano, coincidiera con el presidente en que «hay que ser prudentes y ver cómo evolucionan las cosas. Este país tiene capacidad para salir por sí mismo de esta situación. Es la posición del presidente del Gobierno y la que el PSOE sostiene». Como el Ejecutivo, el PSOE defiende que la recapitalización de la banca no precisa de ayuda exterior.