Según las fuentes consultadas, el Ejecutivo está muy preocupado por la enorme polvareda levantada por los 23.500 millones que iba a costar en total el rescate de Bankia, el mayor de la historia de la banca española. A su juicio, la cantidad pedida por la entidad al Estado excede a lo previsto por el Ministerio de Economía y el Banco de España. Así pues, podría inyectar en Bankia una cifra algo inferior a los 19.000 millones formalmente solicitados por el equipo gestor de la entidad (a los que se suman los 4.465 millones de la conversión en acciones del préstamo inicial del FROB).
El ministro de Economía y Competitividad dijo en el Congreso que el Estado dará a Bankia toda la ayuda que necesite y que el apoyo "será incondicional", si bien fuentes parlamentarias precisan el sentido de las palabras del ministro en que el apoyo se circunscribe al necesario "para cumplir todos los requerimientos normativos" de la entidad, es decir, los derivados de las dos reformas financieras y de las exigencias de capital a las cajas de ahorros.
Fuentes de Economía recuerdan ahora que en la nota de prensa del 9 de mayo, cuando se decidió la entrada de capital público en el banco, se decía literalmente que "el Gobierno aportará el capital que sea estrictamente necesario para realizar los saneamientos precisos con el objetivo de llevar a cabo dichos planes". Esto se refiere a los planes de reestructuración y viabilidad, que es donde se incluyen los 19.000 millones.
Además, el Gobierno considera prudente esperar a que se materialice el relevo de Miguel Angel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España, para que sea el futuro gobernador quien calcule la cifra definitiva que inyectará el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo dependiente de la institución supervisora.
El FROB ha encargado a Goldman Sachs una valoración económica de BFA-Bankia para determinar el porcentaje que el Estado tendrá en su accionariado tras la transformación en capital del préstamo público por importe de 4.465 millones de euros. Es previsible que las conclusiones de esta valoración económica no difieran en gran medida de la estimación del Ministerio de Economía, que el pasado miércoles 9 de mayo calculó que el Estado contaría con una participación del 100% en el capital de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), lo que se traduce en una participación superior al 45% de su filial cotizada Bankia.
En cualquier caso, las necesidades de capital de Bankia no son perentorias, dado que la entidad tiene margen hasta después del verano para recibir la aportación del Estado en forma de capital. El Ejecutivo, que ya ha dejado claro que no dejará caer Bankia por tratarse de una entidad 'sistémica'.
Fuentes de Economía recuerdan ahora que en la nota de prensa del 9 de mayo, cuando se decidió la entrada de capital público en el banco, se decía literalmente que "el Gobierno aportará el capital que sea estrictamente necesario para realizar los saneamientos precisos con el objetivo de llevar a cabo dichos planes". Esto se refiere a los planes de reestructuración y viabilidad, que es donde se incluyen los 19.000 millones.
Además, el Gobierno considera prudente esperar a que se materialice el relevo de Miguel Angel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España, para que sea el futuro gobernador quien calcule la cifra definitiva que inyectará el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo dependiente de la institución supervisora.
El FROB ha encargado a Goldman Sachs una valoración económica de BFA-Bankia para determinar el porcentaje que el Estado tendrá en su accionariado tras la transformación en capital del préstamo público por importe de 4.465 millones de euros. Es previsible que las conclusiones de esta valoración económica no difieran en gran medida de la estimación del Ministerio de Economía, que el pasado miércoles 9 de mayo calculó que el Estado contaría con una participación del 100% en el capital de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), lo que se traduce en una participación superior al 45% de su filial cotizada Bankia.
En cualquier caso, las necesidades de capital de Bankia no son perentorias, dado que la entidad tiene margen hasta después del verano para recibir la aportación del Estado en forma de capital. El Ejecutivo, que ya ha dejado claro que no dejará caer Bankia por tratarse de una entidad 'sistémica'.