viernes, 2 de marzo de 2012

En lo que se refiere a impagos, el diablo está en los detalles.


El enigma sobre el cobro de los CDS


En lo que se refiere a impagos, el diablo está en los detalles. Standard & Poor's ha declarado que Grecia se encuentra en un estado de “impago selectivo”, aunque los diez bancos y los cinco inversores que integran el Comité de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, por sus siglas en inglés) el jueves llegaron a la conclusión de que las cláusulas de los seguros contra impagos (CDS) de la deuda griega no habían saltado.
La noticia no debería sorprender a nadie. Sin embargo, a menos que haya una aceptación voluntaria de la oferta de intercambio de bonos griega, todo apunta a que las cláusulas de los CDS acabarán saltando en las próximas dos semanas.
Al comité se le pidió que analizara dos cuestiones: si había tenido lugar una reestructuración del crédito y si los tenedores de deuda que se rige por la legislación griega están amparados por el Banco Central Europeo para que puedan saltar las cláusulas de los CDS. EL BCE ha intercambiado sus bonos griegos por nueva deuda que no estará sujeta a cláusulas de acción colectiva que podría utilizarse para imponer la reestructuración, lo que libra a la entidad de asumir pérdidas.
La primera pregunta es relativamente fácil: mientras que Grecia ha lanzado un proceso que acabará casi sin duda en la reestructuración de su deuda, esa reestructuración aún tiene que llevarse a la práctica. La segunda cuestión es más complicada, pero se basa en una definición legal de subordinación que revisa la posición contractual de los acreedores después de un impago.
En base a la documentación de los CDS, la inserción de cláusulas de acción colectiva en algunos bonos griegos no activaría el cobro. La decisión de S&P no supone diferencia alguna. Las definiciones de los ráting no tienen por qué concordar necesariamente con la documentación de los CDS.
La decisión del jueves no afecta a las futuras resoluciones del comité. Prácticamente se puede tener la certeza de que si Grecia activa sus cláusulas de acción colectiva para imponer la reestructuración a todos los bonistas privados, el comité tendrá que deliberar de nuevo.
La ISDA ya ha dicho que el uso de esa cláusula para reducir la deuda pendiente y modificar los tipos de interés podría activar el cobro de los CDS. De no hacerlo, los inversores tendrán motivos para cuestionarse el valor de los CDS. Pero no habrá que esperar mucho para averiguarlo: la oferta griega está vigente hasta la noche del jueves 8 de marzo.