Esta semana el Gobierno presentará sus presupuestos para 2012. En ellos, tendrá que detallar un ajuste mayúsculo para cumplir con Bruselas, en un momento en el que España vuelve a estar en el ojo del huracán. Un ajuste aritméticamente imposible dado el efecto negativo en la economía, la recaudación y el gasto del ajuste, según los economistas Luis Garicano y Jesús Fernández-Villaverde.
Garicano, catedrático de Economía y Estrategia en el Departamento de Empresas y Economía de la London School of Economics, y Fernández-Villaverde, profesor de Economía de la Universidad de Pensilvania, aseguraban la semana pasada en un post en el blog de Fedea Nadaesgratis, que el problema de España es la enorme desviación del déficit, el 41% sobre el objetivo, y que por muy duras que hayan sido las reformas laboral y financiera, el foco del mercado se centra en ese aspecto.
"La realidad de que, corregir tal desviación a la velocidad que nos exigen nuestros compromisos europeos, exige un ajuste de unas dimensiones sin precedentes. Y con un ajuste de la magnitud del que haría falta hacer, entraremos en un bucle infernal de caída del PIB, deterioro del sector bancario, restricción financiera para empresas y familias, incremento del desempleo, mayor deterioro del PIB, etc.", explicaban.