miércoles, 7 de marzo de 2012

Esencia emprendedora

DEL BLOG DE HOY DE  MARC VIDAL.




Ayer, mientras atendía a un colaborador, su hijo me solicitó que le dedicara uno de mis libros. Apenas tiene doce años. Le pregunté si se lo había leído. Me confesó que sólo las primeras treinta páginas, los primeros seis capítulos. Le pregunté el motivo y su respuesta fue aún más sorprendente: “sólo me interesa lo que usted ha vivido”. Reconozco que mientras le firmaba un ejemplar que él mismo trajo pensé que todo era obra y estrategia de su padre, el cual observaba la escena a un par de metros. La cara de orgullo del hombre denotaba que la iniciativa de su hijo procedía de un interés del pequeño, no tanto de algo ensayado o previsto. La verdad es que es algo muy especial que me sucedía por segunda vez en la vida.


Rafael, el padre, me dijo que explicó a su vástago de que trataba ese libro en una mañana en la que el chaval le preguntó por él. Le sorprendía que llevara varios días entre periódicos y documentos un libro cuya portada era una lluvia de billetes. Me contó que le estuvo explicando algunas de las historias de los primeros capítulos. Como episodios decidió leérselos y en un momento determinado, el chico decidió seguir por si mismo. Lo hizo hasta que le aburrió. Hasta el capítulo seis por tanto.
Como sabéis en esas primeras páginas no hablo sólo de mí, también busco metáforas que expliquen el modelo emprendedor, el espíritu que estimula a una persona a adoptar una posición activa ante la vida. Eso es lo que le emocionó. Así me lo dijo ayer, así me lo remarcó su padre: “está fascinado por ti, quiere irse a París, a Africa, montar su empresa”. Me sentí gigantesco. Me acordé de la otra anécdota que tuve en este sentido. Un joven de catorce años deseaba conocerme, había asistido a regañadientes a una conferencia que di en un instituto de secundaria. Desde aquel día pensó en convertirse en emprendedor.
No tengo ni idea de si eso puede ser colectivo o simplemente un suceso aislado, pero por intentarlo no va a ser. He solicitado a mi equipo que bloquee una semana de mi agenda en uno de los próximos meses a fin de ofrecer totalmente gratis, una serie de cinco charlas de veinte minutos a niños de edades similares a las que he descrito.
Hablaremos de que es eso de montar negocios, de lo bueno, de lo malo, de la importancia real de fracasar, del valor auténtico del esfuerzo, del espíritu de sacrificio, de las diferencias entre emprendedor y empresario, de desmitificar elementos que pueden tener insertados en sus conciencias inexpertas. Reconozco que una de las cosas que más me apasiona no es la idea de mostrar o enseñar algo a esos niños, os aseguro que lo fascinante es la ingente cantidad de energía que estoy convencido voy a digerir, el enorme volumen de creatividad y conocimiento que me voy a llevar conmigo.
Si consideras que puede ser interesante y te ves capaz de organizar algo de este estilo, ponte en contactocon mi equipo, el cual, por cierto, aun sigue con una cara entre espanto, alegría y sorpresa…