sábado, 10 de marzo de 2012

Grecia y Portugal son insolventes; Italia y España son diferentes, según El-Erian

“Ya podemos sentarnos y ponernos cómodos, porque Estados Unidos no está entrando en recesión, aunque Europa sí (…) Los datos de empleo que hemos conocido hoy no son fantásticos, pero sí consistentes con las previsiones de crecimiento lento”, opina en Bloomberg el estratega jefe de Russell Investments, Stephen Wood. Un comentario que resumen claramente la dicotomía en la que se mueve el mercado. Por un lado, tenemos una Zona Euro perjudicada por el lastre que supone la crisis de deuda y, por otro, unos Estados Unidos que intentan remontar el vuelo. 



Así, antes de adentrarnos en el intrincado mundo del déficit y el endeudamiento público de los países de la periferia europea, vamos a echar un vistazo al Informe de empleo de febrero que se ha conocido hoy al otro lado del Atlántico y que arroja las siguientes cifras: aunque la tasa de paro se mantiene en el 8,3% (mínimo de los últimos tres años), durante el mes pasado se crearon 227.000 puestos de trabajo (por encima de los 210.000 esperados) y se han revisado al alza los datos de enero (hasta 284.000 desde los 243.000 preliminares) y diciembre (hasta 223.000). “El Informe de empleo ha sido sólido, pero no espectacular”, explica James McDonald, estratega jefe de inversión de Northern Trust: “Estos datos ayudan a mostrar a Estados Unidos como la economía occidental destacada, en lenta, pero continua reparación”. 


Y ahora sí, vamos con Europa, concretamente, como no podía ser de otra forma, con Grecia. A pesar de que Atenas ha ampliado el plazo para adherirse al canje de deuda propuesto a sus bonistas privados (les recordamos que es una quita del 53,5%), hoy hemos sabido que un 85,8% de sus tenedores privados lo han aceptado y que las Cláusulas de Acción Colectiva (CACs por sus siglas en inglés), que obligan a todos los acreedores a aceptarlo, se pondrán en marcha sea cual sea el resultado de esta última prórroga. 


La conclusión generalizada entre el consenso de este acuerdo es, en primer lugar, que aún quedan muchas cuestiones por resolver. Aunque el Eurogrupo ha señalado que tras el mismo “se dan las condiciones necesarias para el segundo rescate”, aún debe pronunciarse el Fondo Monetario Internacional (lo hará el 15 de marzo). Además, también queda pendiente la cuestión de las elecciones que celebrará el país a finales de abril y primeros de mayo. En segundo lugar, como ya señalaba Citi y después ha reconocido Evangelos Venizelos, ministro de Finanzas heleno, hace falta más dinero para cumplir con las exigencia de la “troika” (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Unión Europea); en concreto, 7.000 millones de euros según sus cálculos. Y, por último, pero no por ello menos importante, resta la decisión de la Asociación Internacional de Derivados y Swaps (ISDA por sus siglas en inglés) sobre si este canje supone o no un credit event, es decir, ¿es una quiebra o no es una quiebra? 


La clave de este punto final la daba Miguel Ángel Rodríguez, analista asociado de X-Trader Brokers, ayer en el Trading Room que se celebraba en Madrid. En su opinión, “si no se activan los CDSs (Credit Default Swaps o seguros contra impago) de Grecia, el mercado pensará lo mismo de los de España o Portugal, así que los venderán. Y como ya no existirán sus seguros, se venderán también los subyacentes, esto es, los bonos soberanos”. Les recordamos que la semana pasada la ISDA (que se encuentra reunida desde las 14:00 horas tratando este tema) consideraba que la quita estipulada no es una quiebra y, por tanto, no se activarán los CDSs. “El que ha comprado el CDS se va a quedar con cara de tonto… porque ahora resulta que si la casa se te hunde de golpe, sí es una quiebra, pero si se te hunde poco a poco, no”.


Mohamed El-Erian, consejero delegado de PIMCO, lo tiene claro: “Grecia y Portugal son insolventes, España e Italia son diferentes”. La agencia de calificación crediticia Fitch también, por lo que ha rebajado el rating soberano del país hasta “quiebra restringida” (restricted default) desde ‘C’ (altamente vulnerable y quizá en bancarrota).